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Ejercicio 2024

3. El Impuesto sobre Sociedades

En el Impuesto sobre Sociedades la recaudación creció un 11,5% hasta los 39.096 millones (Cuadro 3.1). La cifra ascendería a cerca del 18% si se sumaran los ingresos que se perdieron por los cambios normativos (Cuadro 1.5). Se estima que los beneficios de las sociedades (sin incluir las gravadas a tipos del 0% y 1%) aumentaron en 2024 un 13,4%, encadenando así cuatro años de tasas elevadas, siempre superiores al 10%. La información conocida de los beneficios declarados por las Grandes Empresas y grupos en sus pagos fraccionados indica que estos aumentaron por encima del 12% (casi el 15% en las Grandes Empresas no pertenecientes a grupos y algo más del 11% en estos últimos; Cuadro 3.2).

Consecuencia del aumento de los beneficios fue el crecimiento del 11,1% en los pagos fraccionados, el principal componente del impuesto. A ello se sumó el intenso crecimiento de las retenciones por rentas de capital mobiliario, que crecieron un 40%, y las ligadas a ganancias patrimoniales en fondos de inversión, que aumentaron un 70%. Entre las dos figuras sumaron un incremento respecto al año anterior de más de 800 millones, el mayor registrado en la serie histórica. Por el contrario, la aportación de la declaración anual (del ejercicio 2023) fue negativa. Se perdieron respecto a 2023 casi 1.100 millones. Las razones son variadas. Por un lado, los cambios normativos que se aprobaron en los Presupuestos de 2023 y que tuvieron impacto por primera vez en la declaración presentada en 2024 restaron más de 350 millones. Por otro, la sentencia en contra del RDL 3/2016 afectó a la recaudación procedente de la campaña (tanto por los menores ingresos como por un mayor importe de las solicitudes de devolución) y, además, obligó a la devolución de cantidades de ejercicios pasados. Por último, se realizaron devoluciones de la campaña de 2023 más rápido que en años anteriores.

La base imponible consolidada del Impuesto sobre Sociedades creció un 10,8%, enlazando así cuatro años de incrementos notables (11,4% en 2023, 17,7% en 2022 y 36% en 2021), en línea con la evolución de los beneficios sin incluir las sociedades con tipos cero ni uno (Cuadro 3.1 y Gráfico 3.1). En los últimos cuatro años se ha ido produciendo un progresivo acercamiento de la base imponible a estos beneficios derivado, fundamentalmente, de los menores ajustes asociados a la exención por doble imposición cuya regulación fue modificada en el ejercicio 2021. Tras el nuevo avance de la base imponible, se vuelve a registrar otro máximo histórico, al sobrepasar el importe de 2023, año en el que se superó por primera vez el máximo anterior alcanzado en 2006. No se puede decir lo mismo del impuesto devengado, que sigue siendo inferior al observado entonces (Gráfico 1.23). La evolución detallada del impuesto desde 1995 se puede analizar con el Cuadro 8.5.

Gráfico 3.1. Tasas de variación anual de la base imponible en el Impuesto sobre Sociedades y de los beneficios de sociedades

El tipo efectivo sobre la base imponible se redujo ligeramente en 2024 (-0,4%) tras caer un 1,5% en 2023 (Gráfico 3.5). El tipo sobre los beneficios también se espera que disminuya, un 2,7%. Este último se calcula sobre los beneficios de las sociedades sin incluir a aquellas que tributan a tipos del 0% y 1%. La razón de esta exclusión es el irregular comportamiento de los beneficios de estas empresas, casi todas ellas financieras (fondos de pensiones, sociedades de inversión, …), que están vinculados a la valoración de sus activos que, a su vez, depende de los cambios de tipos de interés y de las reacciones de los mercados financieros. Este hecho tiene mucha repercusión sobre la variación de los beneficios (Gráfico 3.2), pero apenas afectan al impuesto dada su escasa o nula tributación.

Gráfico 3.2. Importe de los beneficios de sociedades que tributan a tipos cero y uno por ciento y su peso sobre los beneficios totales de sociedades

El Impuesto sobre Sociedades devengado aumentó un 10,4% en 2024 (13,2% sin cuota diferencial), gracias al incremento de un 11% en los pagos fraccionados y a la positiva evolución de las rentas de capital. Los pagos crecieron un 9,9% en los grupos consolidados y un 13,7% en las Grandes Empresas, en ambos casos con una mayor aportación del pago mínimo por la mejora de los beneficios (Gráfico 3.3). De hecho, el pago mínimo se incrementó por encima del 21% en el caso de los grupos y casi un 60% en las Grandes Empresas. Por su parte, en las pymes se alcanzó una tasa del 9,5%, gracias principalmente al buen comportamiento de las que tributaron según su última cuota anual (11,2%), mientras que los pagos de las sociedades que declararon según los beneficios del ejercicio crecieron un 4,7%.

Gráfico 3.3. Aportación del pago minímo sobre el pago fraccionado al importe total de los mismos, según la tipología de las empresas pertenecientes a grupos o no grupos

El Gráfico 3.4 ilustra la relación entre pagos y cuota diferencial hasta completar el conjunto del impuesto devengado. Los años en los que se incrementa el peso de los ingresos por pago fraccionado mínimo, suelen conllevar también un elevado importe de las solicitudes de devolución y una cuota diferencial negativa. Por ello, el aumento del peso del pago mínimo en 2024 es previsible que implique un mayor importe de las solicitudes de devolución cuando se presente la declaración anual correspondiente al ejercicio y, en consecuencia, que se incremente el importe de la cuota diferencial negativa (Cuadro 3.3).

Gráfico 3.4. Porcentaje sobre el total del impuesto devengado en el Impuesto sobre Sociedades de los ingresos de pagos fraccionados y retenciones y los ingresos de cuota diferencial

Los ingresos en términos de caja crecieron un 11,5% (Cuadro 3.1), impulsados por los buenos resultados de los pagos fraccionados, las retenciones de capital mobiliario y las retenciones sobre los fondos de inversión. También se incrementaron las retenciones sobre arrendamientos, si bien a un ritmo menor del alcanzado los años previos.

El resultado neto de la declaración anual asociada a la liquidación del ejercicio 2023 restó ingresos a la recaudación, tanto por el bajo crecimiento de los ingresos brutos como por el aumento de las devoluciones (Cuadro 3.3). Como ya se ha comentado, este resultado se debió a varios factores: los cambios normativos que se aprobaron en los Presupuestos de 2023, la sentencia en contra del RDL 3/2016 y el adelanto en el calendario de realización de las devoluciones de la campaña de 2023 (declaraciones presentadas a partir de finales de julio de 2024, y que se incrementaron un 18,6%).