6,6 kilos de cocaína, 33 de hachís, dos pistolas y más de 127.000 euros incautados, resultado de "Cane bianco", una de las operaciones antidroga más importantes desarrollada en Burgos
-
Hay dos individuos detenidos, acusados de los delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales, que ya han ingresado en prisión preventiva por orden judicial
-
La operación desarrollada ataca al escalón más alto del tráfico de drogas conocido hasta ahora en Burgos
- Los investigadores han descubierto y neutralizado un laboratorio clandestino, donde el principal investigado manipulaba y cortaba importantes cantidades de cocaína
27 de enero de 2025.- Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional de Burgos, en una operación conjunta, han asestado uno de los mayores golpes contra el tráfico de drogas de los últimos años en Burgos.
A las importantes cantidades de cocaína y hachís aprehendidas, se suma el hallazgo de un laboratorio clandestino, utilizado por el principal investigado y destinatario de las sustancias prohibidas, el cual estaba perfectamente preparado y poseía todos los útiles necesarios para la manipulación, ‘corte’ y multiplicación de importantes cantidades de cocaína.
Además, el éxito de la intervención policial ha conseguido intervenir 125.000 euros en metálico, perfectamente distribuidos en cinco fajos de billetes, que estaban en poder de uno de los detenidos, precisamente el ‘correo’ de la cocaína, y que fue abordado en el operativo de Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional que logró culminar la operación ‘Cane bianco’.
Con posterioridad a las detenciones, los agentes han practicado tres registros policiales con autorización judicial, un piso y dos trasteros, localizando dos armas de fuego (una de ellas simulada), que en estos momentos analizan los expertos en policía científica de la Policía.
El origen de la operación
La operación ‘Cane bianco’ se iniciaba a principios de verano de 2024, momento en que los funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en coordinación con agentes de la Policía Nacional de Burgos, se ponían tras la pista de un vecino de Burgos, con información de que podría estar implicado en actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas.
Tras meses de diligencias policiales conjuntas, coordinadas y bajo el control del Juzgado de Instrucción cuatro de Burgos, a comienzos de año se monitorizaban y controlaban los movimientos de un individuo, cuyas rutinas y medidas de seguridad dificultaban seriamente la consecución de indicios criminales de su participación en el tráfico de drogas.
Operativo policial
El pasado día 17 de enero, los agentes encargados de la investigación en curso desplegaban un operativo en las inmediaciones del domicilio del investigado, una vivienda situada en el distrito oeste de la capital. Tras detectar una cita con un hombre desconocido, y ante las fundadas sospechas de que entre ambos se estaba produciendo un intercambio de droga por dinero, se interceptó y registró al presunto ‘correo’ de la sustancia, localizando en su poder cinco fajos de billetes con un valor total de 125.000 euros, procediendo a su inmediata detención por un presunto delito de tráfico de drogas.
Actuando de manera inmediata y bajo autorización judicial, se produjo la entrada y registro de la vivienda del receptor de la droga, hallando en su interior cinco paquetes de cocaína perfectamente cerrados, que arrojaron un peso en bruto de más de 5,6 kilos. El investigado, que se encontraba en su domicilio, fue detenido y está investigado por los delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Una vez asegurados tanto el emisario como el receptor de la droga, se procedió, no sólo al registro del domicilio del vecino de Burgos, sino también al trastero anexo a la vivienda, así como al de un segundo trastero alquilado por el detenido.
En el primero de ellos, los investigadores de Vigilancia Aduanera y de la Policía Nacional, hallaron 33 kilos de hachís, perfectamente empaquetados y precintados, lo que da idea de la magnitud y grado de implicación delictiva de este sujeto.
Laboratorio clandestino
En el segundo de los trasteros registrados, además de cantidades de cocaína envuelta en bolsas cuyo peso total suma cerca de un kilo más de droga, se han localizado en intervenidos efectos que constituyen un laboratorio provisto de los útiles, instrumentos y sustancias necesarias -y suficientes- para elaborar, ‘cortar’ y distribuir de manera profesional la droga.
En su interior se han localizado importantes cantidades de sustancia de corte –acetona, lidocaína, fenacetina, y otras pendientes de analizar-, una empaquetadora de vacío, una prensa hidráulica para compactar las sustancias, moldes de diferentes tamaños y básculas de precisión, entre otros efectos.
La hipótesis de los investigadores concluye que el detenido, una vez recibida la cocaína de una pureza alta, se dedicaba a ‘cortar’ la misma con las sustancias apropiadas, para posteriormente empaquetar de nuevo y vender la misma, doblando sus beneficios. De esta manera, lograba engañar a otros traficantes dentro de la cadena de distribución, con la añadida repercusión final en términos de mayor riesgo para la salud de los consumidores finales.
Tenencia de armas de fuego y otros medios de defensa y ataque
Si bien no es la primera vez que Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional descubren que el grado de profesionalización de las actividades delictivas lleva a los criminales a proveerse y estar en disposición de emplear armas de fuego como medida de refuerzo y seguridad en sus conductas y fines criminales, lo cierto es que el hallazgo de dos pistolas (una de fuego real, y otra simulada), o un inmovilizador eléctrico en perfecto estado de uso, en los diferentes registros efectuados en poder del detenido, demuestra su elevado estatus y su potencial peligrosidad.
A modo de resumen y de manera aproximada, las cantidades de sustancia estupefaciente incautadas, así como dinero en efectivo, vehículo, armas, etc., son las siguientes:
-
6,6 kilos de cocaína
-
33 kilos de hachís
-
8 kilos de sustancias de ‘corte’
-
128.000 euros en efectivo
-
Dos pistolas, una de fuego real y otra simulada
-
Un inmovilizador eléctrico tipo táser
-
4 vehículos, uno de ellos provisto de ‘caleta’ o receptáculo para ocultar la droga
-
5 teléfonos móviles